¿Cómo saber si un convenio colectivo es bueno o no?

Los empresarios y el gobierno vienen desarrollando una ofensiva anti sindical que tiene en la negociación colectiva su principal objetivo. La idea es simple: destruir la negociación colectiva. Hacerla inviable, ineficaz, inútil. De esta manera, socavan una de las principales fuentes del poder sindical.

La negociación colectiva es el eje de la acción sindical. Nunca podremos decir cuán importante es saber discutir con la patronal y defender los intereses y reclamos de los representados. No se trata simplemente de firmar un convenio por firmar. Se trata de lograr arrancar una cuota de poder a la patronal. No es fácil, por supuesto. Pero es necesario e imprescindible.

El aumento al básico

El aumento económico es la expresión fundamental pero no única de esta disputa de poderes. Lograr un aumento remunerativo es el objetivo central de la negociación colectiva. Es lo que nos da legitimidad y respaldo y lo que en buena cuenta nos permite alcanzar otros objetivos tan importantes.

La primera y más importante cláusula es entonces la del aumento remunerativo. El aumento debe ser como todo buen sindicalista sabe un amento en dinero y directo al salario básico. Plata en mano de fresa al básico. Pues así se incrementan nuestras gratificaciones, vacaciones y pensión de jubilación. Tener un básico decente debe ser nuestro objetivo.

Hay sindicatos que le creen al patrón el viejo cuento de "no tengo plata" y aceptan incrementos disfrazados como "movilidad" o "refrigerio". Otros aceptan bonos especiales por única vez. Ya pues, NO debemos aceptar este tipo de incrementos pues por un lado, son una estafa al estado al birlar los impuestos correspondientes y por otro, nos condenan a  tener toda la vida un básico pequeñito. Esto a la larga y a la corta nos perjudica, pues hace más barato nuestro despido y barata nuestra pensión jubilatoria.

Conquistar aumentos directos al básico es la consigna que debe repetir la comisión negociadora como un mantra. Que la patronal pague impuestos, como todos, que ya bastante baja es la presión tributaria en nuestro país. Después del aumento al básico, podemos ver que más sacamos en otros rubros. Pero sólo después de un aumento al básico.

Y por favor, NO LE CREAN al empresario que dice que no tiene plata, pídanle sus estados financieros y allí vemos. Ah, si no te los quiere dar, entonces, es que está mintiendo.

Repetir la ley

Algunos sindicalistas y abogados laboralistas creen que colocando lo que ya dice la ley en el convenio, así le dan más fuerza a la ley y garantizan su cumplimiento. Esto es de una ingenuidad que a veces enternece pero otras veces simplemente dan ganas de golpearles la cabeza por papanatas. A ver si nos entendemos: lo que la ley establece es el mínimo. Es el piso del cual partimos. La ley no necesita que la refuercen. Se cumple y listo. El trabajo sindical es hacer cumplir la ley.

Por ejemplo, algunos dirigentes negociadores ponen en el convenio algo así como: "Las horas extras deben ser pagadas conforme a ley". Y quieren hacernos creer que eso es un logro que han arrancado a la patronal. Ya pues. Las horas extras se pagan y punto. Si en tu empresa te hacen trabajar gratis, se solicita una inspección laboral y la empresa recibe una multa y luego debe pagarte lo que te debe. No hay nada que negociar allí, sino exigir que se cumpla la ley.

La negociación colectiva está para lograr MÁS cosas por ENCIMA de lo que la ley señala. Por ejemplo, siguiendo con lo de las horas extras, una buena cláusula seria una sobretasa MAYOR a la dictada por ley. Eso sí es un logro.


Comisiones paritarias para todo

Pero no basta el aumento económico, es necesario redefinir las condiciones de trabajo, es decir, la manera que se regulan las relaciones entre trabajadores y empresarios: ¿quién define los contratos?, ¿quién define el horario de trabajo?, ¿quién determina cuantos uniformes debemos tener o si debemos tener uniforme?, ¿quién determina cuando son mis vacaciones?, ¿quién decide mis licencias y permisos?, ¿quién cuida de mi seguridad y salud en el trabajo?, ¿a quién me quejo si me acosan?. En fin, hay un espacio muy amplio de temas dentro de las relaciones laborales que la ley simplemente menciona y deja sin regular.

Si no hay convenio colectivo, todos estos temas y otros son potestad del patrón. El empresario es amo y señor de cosas y personas en la planta, el taller, la oficina. Claro, mientras no haya sindicato. Por eso es tan importante una negociación colectiva adecuada, pues crea un contrapoder, un balance en el dominio del empresario. 

En los temas de relaciones laborales, lo que debemos lograr es MAYOR PARTICIPACIÓN en los procedimientos y mecanismos de toma de decisiones de la empresa. para esto, debemos pedir que se formen "comisiones paritarias". Una "comisión paritaria" para los que no han hecho su tarea, es una comisión formada de manera igual (por eso es paritaria) entre representantes del sindicato y de la empresa. Si son cuatro, dos serán de la patronal y dos del sindicato. 

La comisión paritaria es una cosa maravillosa como decía un viejo amigo. Por ejemplo, la empresa entrega uniformes a los trabajadores. pero cada año entrega un uniforme de mala calidad, de un color que hace doler a la vista, con una tela que parece yute. En fin, un desastre. En el convenio proponemos y obtenemos "la formación una comisión paritaria para elegir el uniforme de trabajo en una relación de costo/calidad".  

La Comisión se reúne -en horario de trabajo- y sobre la base del monto presupuestado por la empresa inicia una pesquisa de proformas, presupuestos, muestras, y debate qué es lo mejor que se puede obtener con el dinero presupuestado. Si el presupuesto es poco y se tiene una buena propuesta se negocia con la empresa para que suelte algo más para completar. La comisión puede hacer una pequeña encuesta entre los trabajadores para ver cosas como color y modelo de uniforme, si tiene más bolsillos, botones, pega-pega, etc. 

Al final, la comisión decide el uniforme. Algo tan banal se ha convertido en un ejercicio democrático, donde trabajadores y empresa han participado, debatido y llegado a acuerdos. Al final todos ganan. Los trabajadores por que obtienen un buen uniforme y la empresa porque ese tema ya no será motivo de descontento, y aún si lo hubiera, ya no sería la empresa sino la comisión paritaria quien recibe las críticas. 

Se puede instalar comisiones paritarias sobre todo: la concesión y calidad del comedor, uniformes, distribución de becas, rotación de personal, distribución de horas extras, aguinaldos, celebrar días festivos, pagos atrasados, distribución de vacaciones, etc. 

Las licencias sindicales

La actual legislación es muy restrictiva en materia de licencia sindical. La licencia no es un privilegio, es un requisito indispensable para el trabajo sindical. Sin licencia no hay gestión sindical. Poner en el convenio lo que señala la ley es una reverenda tontería. hay que pelear por más licencias, especialmente para actividades sindicales de formación y organización que no contempla la ley. 

Luego hay que pelear por licencias mayores para los dirigentes que asuman funciones de representación en instancias de grado superior. necesitamos federaciones fuertes y no las tendremos si no hay dirigentes "liberados", es decir, dedicados al trabajo sindical a tiempo completo.  

Una asamblea antes de firmar

Una más. La ley no señala ni exige una asamblea sindical previa a la firma del convenio colectivo, pero es una muy buena y sana costumbre hacerlo. especialmente cuando el convenio cierra un periodo de tensión. Si la base esta en actitud de lucha, voceando una huelga, no puede la comisión aparecer firmando de la noche a la mañana un convenio colectivo. Debe explicar primero y defender su decisión ante la asamblea.  Firmar un convenio entre gallos y medianoche es un mal precedente, un mal ejemplo, un atentado a la autonomía sindical y un indicio de cosas turbias que deben ser puestas en luz. 

Finalmente

Bueno, todo esto viene a cuento por que como es sabido en la empresa Camposol se ha firmado un convenio colectivo sin aumento remunerativo y con clausulas que repiten lo normado por la ley. Esto es, simplemente un grave error y no hay argumentos ni razones para justificarlo. Como es normal, esto ha creado un profundo malestar entre los afiliados al sindicato cuyo secretario general es Walter Campos. Entiendo que son los propios afiliados a dicho sindicato los que deben en primer lugar tomar las medidas del caso con los dirigentes del sindicato que han firmado semejante despropósito y discutir si aceptan las "explicaciones" dadas hasta el momento. 

Para completar lo señalado pongo una presentación sobre este tema que puede ser útil.


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