Sindicalismo, política, cultura y trabajo; todo junto y revuelto.
Saludos de la Dirección Nacional de la CGTP
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El secretariado Ejecutivo Nacional de la CGTP nos alcanza esta tarjeta virtual de saludo, la cual compartimos con Uds, compañeros y compañeras lectores.
Hace algunos años atrás, Juan, un viejo sindicalista me contó la historia de donde proviene el término “ amarillo ” como sinónimo de pro patronal. Juan me decía –Mire usted, joven… hace muchos años atrás teníamos una dictadura muy cruel, muy abusiva y antilaboral, No recuerdo si era la de Odría o Sánchez Cerro,… bueno, esta dictadura perseguía a los sindicalistas más consecuentes, a los clasistas, llenó de soplones las fábricas y las reuniones. A pesar de eso, aún podíamos organizarnos, y presentar nuestros reclamos- El hablar de Juan era lento pero no cansado, a veces se emocionaba y podía ver a través de sus arrugas, rabia y cólera. Algunas pocas veces, incluso alegría y risa. -Pero el dictador con el ánimo de debilitarnos moralmente, mandó a construir un conjunto de viviendas para obreros, los famosos barrios obreros. Era algo se sensibilidad ante la “cuestión social” de la que hablaban los curas reaccionarios que “se preocupaban por los más pobres”. Juan era un anticlerical
Poca gente conoce las deplorables condiciones de trabajo de los jóvenes que laboran en los supermercados y tiendas comerciales. tenemos una idea falsa dejada por la publicidad de la antigua empresa Wong, antes de ser adquirida por un conglomerado chileno; que trabajar en un supermercado es divertido, alegre y rentable . NO, no, no. No es así. Predominan los contratos de corto plazo. Los sueldos son muy bajos. Muchos ganan el mínimo legal. A ver, trata de vivir con 550 soles. Las cajeras no tienen " seguro de caja " es decir, si cometen un error, alguien las estafa o se pierde dinero, pues lo deben reponer de su propio bolsillo. Ah, ya, tu piensas que así debe ser. NO. En cualquier país normal y antes aquí también, había un monto de seguridad que bajo determinadas condiciones cubría los esporádicos faltantes . En un supermercado de Lima, un reponedor me cuenta que los trabajadores laboran más de ocho horas, pero una supervisora marca sus tarjetas al limite de las ocho horas,
La narrativa que se expande en la opinión pública, en redes sociales, en ámbitos académicos y sociales es que enfrentamos una disputa entre la ilegalidad, la antidemocracia, el golpismo y los violentistas y por el otro lado, la institucionalidad democrática, el orden constitucional y la ética política. Y valdría la pena poner en cuestión estas percepciones. Ir más allá de miradas duales o ético morales. La realidad es mucho más compleja y matizada. En estas líneas quiero ordenar algunas de mis ideas y problematizar la manera que miramos nuestro actual conflicto. La idea básica de la que podemos partir es que la sociedad peruana y su institucionalidad política vienen atravesando una larga crisis que comprende diferentes momentos y tiempos. Está situación aparece para la opinión pública en la actualidad como un enfrentamiento entre “derecha” e “izquierda”. Antes lo era entre fujimoristas y antifujimoristas. Sin embargo izquierda y derecha son membretes políticos que traen una carga de s
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