Paradojas de la investigación social cuando es contratada por la patronal

No parecen muy aburguesados los trabajadores en huelga...
El Sindicato de Trabajadores de INDECO, al cual están afiliados muy buenos amigos y compañeros, me avisa de dos columnas de opinión firmadas por Juan Infante y publicadas en Diario 16. Juan Infante es un reconocido investigador social, muy cercano a los temas de la pequeña empresa, Gamarra y afines. 

Los compas del Sindicato andan molestos por lo que consideran una broma de mal gusto del citado sociólogo. Al parecer, la empresa INDECO contrató al sociólogo para realizar un estudio con los trabajadores de dicha empresa. Juan Infante se ha entrevistado con los trabajadores de la empresa. Ahora publica lo que parecen ser algunos resultados de dicha investigación. 



Después de leerlas, uno va entendiendo el disgusto de los trabajadores. Vaya, si los pintan como unos aburguesados que por andar confundidos se enfrascan en deudas impagables y terminan exigiéndole a la pobre empresa lo imposible. 

A primera vista puede parecer muy sensato reclamar orden y moderación en los gastos. Es una prédica propia de parroquía en domingo, pero bueno, puede entenderse. Lo que llama la atención es que el mismo Juan Infante hace un año escribió lo siguiente

"Así como están subiendo casas, departamentos y terrenos, muchos sueldos crecerán a tasas antes inimaginables. Junto con ello las empresas se verán obligadas a trabajar en el bienestar del trabajador y su familia. Todo esto es bueno, porque con más dinero en manos de la gente consolidamos mercado interno, con el bienestar familiar generamos armonía social y consolidamos país. (...) ¡Felicidades, trabajador peruano! Es tu momento."

En cambio, ahora señala:

"Uno elige ser trabajador dependiente teniendo la alternativa de ser independiente o empresario. 

Por eso, me parece un poco absurdo que los obreros estén exclusivamente preocupados por luchar por sus ingresos (lucha válida si es que existe una brecha) y que no incorporen en su agenda la lucha por abaratar su estructura de gastos y sus costos financieros. 

Claro, es más fácil luchar por los ingresos cuando hay un supuesto “enemigo de clase”: “la patronal” que busca establecer una política de consumo en la familia y que esta se respete. Golpear a la empresa como piñata para ver si cae otro caramelo es más fácil que ponerse de acuerdo con la esposa para elaborar el presupuesto."

Curioso viraje. No tiene sentido ahondar en las razones del mismo, pues cada cientista social tiene derecho a dar las volteretas teóricas que considere pertinente y serán sus lectores quienes se formen sus propias conclusiones.

Vamos a observar las ideas que señala.

¿Puede cualquier ciudadano peruano elegir libremente entre ser obrero o empresario? Es lo que nos dice Infante. Bueno, se trata claro de un encomiable deseo pero nada más. Infante, mejor que nadie sabe que nuestra sociedad es un abanico de mediaciones, exclusiones y condicionamientos que hacen muy limitada la libertad individual cuando se trata de opciones laborales. Probablemente -como muchos expertos en temas de pequeña empresa- pueda contarnos algunos ejemplos de ciudadanos "emprendedores" que con coraje y suerte han salido airosos en los negocios. Pero, son solo eso. Casos aislados que no conforman una tendencia, un patrón o un modelo. 

Infante señala que es absurdo preocuparse por incrementar los ingresos y que es más pertinente ajustar los gastos. Y uno se pregunta si esa es la idea de bandera del "capitalismo popular". No pues. ¿Alguna empresa capitalista se ha desarrollado ajustando gastos en contraposición a incrementar ingresos? ¿No resulta muy cómodo por decir lo menos pedirle a los trabajadores que ordenen sus gastos para que cesen de pedir aumentos?.   

Es muy probable que Infante sepa mucho sobre pequeñas empresas y entrevistar a trabajadores. Pero queda claro que en materia de "golpear empresas como piñata" tiene estándares diferentes a los habituales. La empresa INDECO que es de donde vienen los testimonios de los trabajadores ha tenido el año pasado una huelga de 32 días. Huelga declarada legal y procedente por el Ministerio de Trabajo. 

Para los trabajadores de INDECO obtener mejores remuneraciones no es un paseo. No se trata de obreros aburguesados que de manera ociosa prefieren pedirle a la patronal antes que ordenar sus finanzas. No. 

Se trata de una empresa transnacional, que tiene una posición privilegiada en el mercado, que en los últimos años ha visto incrementada sus ganancias y utilidades. La misma empresa que ya tenía un sindicato en los años 90s pero que como muchas empresas en aquella década aprovechó la ola neoliberal para destruir al sindicato. Una empresa que durante más de una década -luego de destruído el sindicato-  dejó de dar aumentos y congeló los ingresos. Flexibilizó la mano de obra y baso su crecimiento en una sostenida política de remuneraciones bajas. Eso mismo que hace un año Infante denominada "cholo barato". Y que nos decía que ya se había acabado.  

Infante señala que los trabajadores gastan mucho y mal. Pero no dice nada sobre la manera que funciona el crédito en el capitalismo moderno. No dice una palabra sobre el atraso remunerativo, la brecha salarial o las desigualdades en el mercado laboral. Luego, graciosamente alude a los "obreros aburguesados" que ganan 3500 soles y más "si se tiene la suerte de trabajar en una empresa con grandes utilidades". 

Resulta extraño ver como un sociólogo reconocido se compra un paquete de ideas tan claramente sesgado. ¿Cuál es la conclusión lógica de todo lo que "ha descubierto" Infante en su "investigación"? Pues, que los obreros no deben pedir aumentos sino ordenar sus gastos. Más aún cuando ya están "aburguesados" y ganan sumas considerables. 

De fondo tenemos además esta percepción tan molesta para nosotros los sindicalistas: la suerte de trabajar en una empresa con grandes utilidades. ¿Suerte?. El buen rendimiento de una empresa puede explicarse por varios factores, uno de los principales es la productividad de su fuerza laboral. Si empiezas a considerar que el éxito empresarial es una "suerte", estás haciendo invisible el aporte de los trabajadores. En el fondo, el texto de Infante desconoce el rol de los trabajadores en la creación de la riqueza social. Viejo truco.  

Lo real aquí es que la empresa INDECO no desea dar mayores incrementos de remuneraciones a los trabajadores. No desea que el sindicato logre unir la voluntad de los trabajadores una vez más y negocie desde una posición de legitimidad. Para eso, busca construir un discurso ideológico disfrazado de investigación científica. Quiere disponer de un texto que diga exactamente lo que ellos repiten en la mesa de negociaciones: no más aumentos, ustedes ya tienen suficiente.    

¿Que hace una empresa cuándo tiene al frente a un sindicato firme, decidido y altamente legitimado entre los trabajadores? Contrata a un cientista social para hacer unas entrevistas y demostrar que los trabajadores no deben pedir más aumentos sino gastar menos.

ACTUALIZACIÓN 11 de Junio

Juan Infante tiene una empresa consultora para "desarrollar la inteligencia empresarial" (sic). En la página de Facebook de su consultora publica un diálogo imaginado entre la CGTP y el SUTEP, donde coloca algunas de las "conclusiones" de su actual investigación. Alk parecer son los obreros aburguesados los culpables de la crisis de la educación pública. Vaya investigación social. Sí, la misma que es solventada por la empresa INDECO.

Aquí esta el texto de Juan Infante


ACTUALIZACIÓN 11 de Junio

El Sindicato de Trabajadores de INDECO nos alcanza un comunicado sobre la "investigación social" de Juan Infante. Hace 20 años, los sociólogos iban a las empresas como INDECO para apoyar a los trabajadores en huelga. Hoy, van contratados por la empresa para justificar que no les den aumento. 

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